África Subsahariana
¿Por qué no existe Somalía?
El reciente fin de semana estuvo bastante tranquilo en Chile, pero en el lejano –física y mediáticamente- Cuerno de África todo pareció, una vez más, como la peor de las pesadillas. Claro, pues un grupo terrorista volvió a estremecer a una región y a un país que, lamentablemente, se han tenido que acostumbrar a vivir […]

El reciente fin de semana estuvo bastante tranquilo en Chile, pero en el lejano –física y mediáticamente- Cuerno de África todo pareció, una vez más, como la peor de las pesadillas. Claro, pues un grupo terrorista volvió a estremecer a una región y a un país que, lamentablemente, se han tenido que acostumbrar a vivir en medio de brutales ataques.

En esta ocasión, se trató de Somalía, en cuya capital se produjo el peor atentado terrorista de su historia. Así, en un concurrido sector de la capital explotó un “camión-bomba”, dejando un triste e impresionante saldo de al menos 315 muertos y 400 heridos. A pesar que todavía no hay reivindicación del ataque, todo apunta a que el grupo terrorista Al Shabaab estaría detrás de esto.

Distante de todo este drama, en Chile la noticia llegó con retraso y poca cobertura. No hubo enviados especiales, ni tampoco un corresponsal (no los hay en África). No hubo programas especiales en la radio o la televisión, ni tampoco análisis. Simplemente, se publicó una nota, la cual, a su vez, se adquiere a las grandes agencias de noticias. En este escenario, cabe preguntarse por qué importa tan poco que mueran africanos y por qué importa tan poco que fallezcan musulmanes. Esto último, pues si en alguna parte de Europa Occidental, Estados Unidos, Rusia o Japón, por dar algunos ejemplos, se produce un ataque bastante menor (en ciertos casos, sin víctimas fatales), la cobertura de los medios es inmensamente más grande.

Alguien dirá que el periodismo vive de la proximidad, pero ¿acaso dicho paradigma no ha quedado obsoleto en un mundo globalizado y ultra conectado? Alguien dirá que se debe aplicar el paradigma de la cercanía, pero ¿acaso internet y las nuevas tecnologías no nos facilitan la comunicación? También, no faltará quién justifique esto apelando a que África es para los africanos y Sudamérica es para los sudamericanos. Sin embargo, si esto fuese así, ¿por qué los medios informan tanto sobre Europa, Estados Unidos y Rusia, por dar algunos ejemplos?

Y lo peor de todo es que también está el argumento comercial, o sea, decir que las noticias en África (y en otras partes del mundo) no venden. Dirán que a nadie le interesa saber sobre África y Somalía, pero eso es parte de los mitos. Al respecto, quisiera mencionar que en un trabajo en el cual participé (y perdonen por hablar en primera persona, pues nunca lo hago) durante más de un año escribí artículos sobre asuntos internacionales. Al terminar mi trabajo había un recuento con los contenidos más leídos y he aquí la gran sorpresa. Entre los cinco primeros había dos sobre Libia, uno sobre Costa de Marfil, uno sobre la muerte de Osama Bin Laden y otro que tenía relación con los problemas de Chile con Perú o Bolivia. Ciertamente, una muestra no permite elaborar juicios categóricos, pero lo importante es que esto fue en un medio importante, lo cual permite, como mínimo, poner en duda el paradigma impuesto que establece que a nadie le interesa saber sobre África.

También, y dado que he trabajado en temáticas africanas (particulamente, aquellas del Magreb, Sahel y, en menor medida, Cuerno de África), en diversas ocasiones he recibido la misma pregunta por parte de conocidos, amigas(os), estudiantes, etc. ¿Qué preguntan? Básicamente, dónde pueden encontrar más información sobre África. Esto demuestra, una vez más, que hay interés. Todo esto me recuerda debates sobre la cobertura de deportes en Chile. He sido testigo de debates en los cuales editores y periodistas dicen que no pueden transmitir básquetbol, vóleibol, atletismo o gimnasia porque sacan dos, cuatro o seis puntos de rating. Al respecto, ¿acaso la gente va a ver algo que se muestra a cuentagotas, en ocasiones en horarios complicados y sin una gran publicidad o difusión? Lo mismo ocurre sobre África, pues se informa de vez en cuando y, normalmente, cuando hay un drama. O un escándalo.

Por último, y dejando de lado esta reflexión sobre el rol de los medios, es necesario mencionar otro aspecto importante y que es aún más potente y profundo. ¿Por qué hay ciudadanos de primer y segundo orden?, ¿por qué en Chile, un país con más similitudes a los procesos históricos vividos en África y Asia que con aquellos acontecidos en Europa y Estados Unidos, se sigue alejando de dichos continentes? Es notable que Chile tenga excelentes relaciones con la Unión Europea, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, pero es preocupante que ciertas regiones del planeta parezcan invisibles. El mundo de hoy debe tender hacia la integración y hacia el conocimiento mutuo. Los africanos se nutren de los estereotipos creados para los latinoamericanos y nosotros, al mismo tiempo, nos hemos alimentado de los estereotipos generados para los africanos. Eso no puede seguir.

Mientras, en la lejana Mogadiscio, se siguen contando cadáveres y se intenta establecer las identidades de las personas asesinadas. Fueron 315 muertos y 400 heridos, pero no habrá cadenas, ni slogans tipo “Je suis Somalie”.

Somalía no existe y, con ello, nosotros tampoco.

Raimundo Gregoire Delaunoy
@Ratopado
raimundo.gregoire@periodismointernacional.cl