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Los DD.HH. y la elección presidencial en Chile

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Los DD.HH. y la elección presidencial en Chile

Fecha 23/02/2021 por Raimundo Gregoire Delaunoy

A fines del presente año, se desarrollarán las elecciones presidenciales en Chile. Se trata de un proceso que siempre genera expectación, pero, en el contexto actual, parecen ser más importantes que otros comicios realizados en el pasado. El estallido social de 2019, la violencia de grupos que solo buscan destruir todo, los casos de violaciones a los derechos humanos y, finalmente, la pandemia del Covid-19 permiten concluir que quien llegue a la presidencia tendrá grandes desafíos.

Raimundo Gregoire Delaunoy | 22 de febrero de 2021

Al respecto, es evidente que hay muchos temas relevantes, pero vale la pena detenerse en los derechos humanos, los cuales podrían ser definidos como la base de cualquier gobierno que desee traer paz social a Chile y la región. En este sentido, es necesario revisar, brevemente, algunas coyunturas actuales que afectan al país y al mundo.

A nivel nacional, se han detectado y confirmado diversos casos de violaciones a los DD.HH. La mayoría de ellos, involucrando la fuerza desproporcionada usada por ciertos carabineros contra manifestantes pacíficos y otros que han usado la violencia. Más allá que esto último no se pueda permitir, tampoco se debe avalar una respuesta que incluya métodos represivos que traspasen la línea que divide entre la “fuerza proporcional y legítima” y los abusos de poder. Por eso, es momento que todas las fuerzas políticas se pongan de acuerdo en la importancia de defender los derechos humanos. Así, se debe reconocer que hay partidos políticos y movimientos sociales que parecen tener como objetivo la destrucción, el caos y la violencia, pero que, en paralelo, las fuerzas policiales han sido incapaces de responder como corresponde, o sea, sin cometer violaciones a los derechos humanos. Sobre esto último, no puede haber una doble moral, ni tampoco justificaciones, comparaciones o empates. No importa si quien sufra una violación a los derechos humanos estaba protestando pacíficamente, atacando un paradero de micros o robando al interior de una tienda. El punto fundamental es que ni siquiera un delincuente o un asesino puede sufrir una violación a los derechos humanos. Por algo existen las detenciones, el debido proceso, los tribunales, los procesos judiciales y las sentencias. Si vamos a permitir que la “justicia” -por más que sea un nido de corrupción- sea reemplazada por la violencia, entonces solo habrá más de esta última. El estado nunca debe ser parte de los hechos violentos y, a la inversa, tiene que ser capaz de imponer una justicia que cuide los derechos humanos de toda persona. En consecuencia, la reforma de Carabineros es urgente y el retraso de este proceso no tiene lógica, ni argumentos a su favor. Negar la imperiosa necesidad de cambios en las fuerzas policiales es no querer ver la realidad. Los casos de daños o pérdidas oculares deben ser investigados a fondo y son, quizás, el mayor reflejo de esa incapacidad de responder con fuerza proporcional. En paralelo, la ideologización de los derechos humanos también debe ser desterrada, ya que avalar dictaduras del bando contrario o diseminar información falsa (como el centro de torturas en la estación de metro Baquedano) le hace un flaco favor a la defensa de los derechos humanos.

Luego, es importante que se genere consenso en torno a la situación de Venezuela y, particularmente, sobre la dictadura de Nicolás Maduro. Aquí, nuevamente, no se pueden generar empates, comparaciones o justificaciones. En Venezuela no hay una “crisis democrática”, tal cual plantea el Partido Comunista chileno, ni tampoco un gobierno autoritario. Se trata de una dictadura a secas, en la cual, como es obvio, se violan los derechos humanos. Según las cifras oficiales entregadas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), 6,5 millones de venezolanos han sido forzados a dejar su país por motivos de seguridad o, simplemente, por no tener acceso a alimentación, agua potable o medicamentos. Son, en su mayoría, refugiados, los cuales se han desplazado hacia otros países sudamericanos. Las cifras deben ser resaltadas, pues incluso superan los números de Siria (5,6), Afganistán (2,6), Sudán del Sur (2,2), Myanmar (1,0) y Somalía (0,9), países que, a nivel internacional, son conocidos por estar enfrentando severas y largas crisis políticas, sociales y económicas.

En Chile, la comunidad venezolana suma 455.494 miembros, pero se cree que la cifra debería ser aún mayor, ya que aún no entregan los datos correspondientes a 2020. En los primeros meses de 2021, Colchane se ha convertido en un tema de debate. Con entradas ilegales que llegaron a bordear los 1.500 por día, se generó un flujo migratorio que se puede catalogar como crisis. El gobierno chileno y las autoridades locales se vieron superados por este asunto y, finalmente, se tomó la decisión de realizar deportaciones de aquellas personas que habían ingresado en forma ilegal. Además, se han comenzado a generar problemas en Iquique, ciudad en la cual emergieron campamentos en espacios públicos como plazas. La pregunta del momento es cómo compatibilizar la defensa de la soberanía nacional (es decir, impedir la entrada por medios ilegales) con los acuerdos adquiridos por medio de la firma de convenciones internacionales sobre refugiados e inmigrantes. Junto a lo anterior, se plantea la discusión, desde un plano ético o, si se prefiere, humano, respecto de qué hacer con personas que, si bien ingresan en forma ilegal, escapan de una dictadura. Lamentablemente, el escenario actual chileno impide que se puedan abrir las puertas a miles o millones de venezolanos, pero tampoco se les puede cerrar la puerta en sus narices. El asunto, entonces, es qué hacer. Para ello, nuevamente es necesario recordar que la defensa de los derechos humanos es algo que no se transa y, por lo mismo, se tiene que buscar un mecanismo regional que permita acoger de la mejor forma a los millones de venezolanos que han abandonado su país. En este punto, no debe haber una doble moral y el rechazo a la dictadura venezolana debe ser total.

Relacionado con los derechos humanos, también sería interesante analizar el estado de la democracia en Latinoamérica. Según el último informe realizado por The Economist, Uruguay, Chile y Costa Rica son los únicos países latinoamericanos que tienen una “democracia plena”, mientras que Cuba, Nicaragua y Venezuela reciben el rótulo de regímenes “autoritarios”.  Para peor, los grandes de la región -Argentina, Brasil y México- han registrado una baja en sus índices. De hecho, Argentina y Brasil abandonaron el grupo de las democracias plenas. Es así que, una vez más, cabe preguntarse qué piensan gobierno y oposición, pero también los partidos políticos y los candidatos presidenciales, sobre esta situación. Hasta hoy, no hay una opinión común sobre lo que ocurre en dichos países, aunque la evidencia, entregada no solo por The Economist, sino que también por organismos internacionales, confirma que América Latina ha tenido una caída en su proceso de democratización y que, peor aún, Cuba, Nicaragua y Venezuela sufren por las dictaduras. El caso cubano es emblemático, ya que se trata de una dictadura de más de 60 años.

Más al norte, cabe mencionar lo que pasa en Estados Unidos. Todos han puesto el foco en Donald Trump, pero durante años ha sido imposible generar consenso y acciones concretas, a nivel diplomático, que se refieran a las violaciones a los derechos humanos cometidas en Guantánamo, pero también a los abusos que han tenido lugar en diversos conflictos en los cuales participa el principal país de América. Quienes denuncian las violaciones a los derechos humanos en Venezuela o Cuba suelen mirar hacia otro lado cuando se trata de analizar lo que ocurre en Estados Unidos. A la inversa, los detractores de Estados Unidos se olvidan de mencionar a Cuba o Venezuela. Aunque suene majadero, ¿qué pensarán aquellas personas que desean llegar a la presidencia de Chile?

Finalmente, no se puede dejar de mencionar la situación en el mundo. Bielorrusia, Guinea Ecuatorial, Egipto, Arabia Saudita, Irán, Corea del Norte, Libia, Myanmar, Qatar y Afganistán son algunos de los diversos países donde se han violado derechos humanos. Salvo excepciones, no se ven medidas ejemplares por parte del estado chileno, ya sea bajo gobiernos de “derecha” o “izquierda”. Parece ser que la lógica comercial, que es la base de la diplomacia de Chile, siempre termina imponiéndose y, por ende, se hace vista gorda respecto del sufrimiento de millones de personas que, por oponerse a un gobierno, terminan presos, torturados o asesinados. En el mejor de los casos, logran escapar, para luego vivir como ciudadanos de última categoría en algún campamento de mala muerte.

Es hora que en Chile se fije una política de estado respecto de los derechos humanos, pero que aquello sea respaldado por todos los partidos políticos y la sociedad civil. Vengan de donde vengan, las violaciones a los derechos humanos no pueden ser aceptadas, ni minimizadas. Llegó el momento que los partidos políticos, los gobiernos de turno y las organizaciones sociales asuman el desafío de velar por los asuntos más básicos de la población. Esos mismos derechos que, hasta hoy, impiden que Chile pueda ser considerado como un país desarrollado.

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Calendario electoral 2018 – Octubre

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Calendario electoral 2018 – Octubre

Fecha 27/09/2018 por Raimundo Gregoire Delaunoy

Durante octubre se llevarán a cabo 24 procesos electorales, los cuales incluirán cinco presidenciales, 11 legislativas, cinco municipales, una comunal y dos referéndums. Nueve tendrán lugar en África e igual cantidad en Europa, dejando más atrás a Asia (tres), Sudamérica (dos) y Oceanía (uno).

Los comicios presidenciales tendrán lugar en Bosnia-Herzegovina, Brasil, Camerún, Irlanda y Georgia, destacando la importancia que tendrán aquellos procesos que se realizarán en Brasil y Camerún. Mientras el primero ha vivido tiempos inestables -expresidentes juzgados y un mandatario resistido y acusado constitucionalmente-, el segundo enfrentará un crucial momento, pues Paul Biya, que está en el poder desde 1982, irá por su séptimo período al mando de Camerún.

Igualmente importantes serán las legislativas en Afganistán y las municipales en Costa de Marfil y Malí. Son países que, a pesar de sus diferentes contextos y momentos, luchan para lograr la anhelada establidad sociopolítica. Mientras Afganistán y Malí aún viven bajo la sombra de los conflictos armados, Costa de Marfil ya va más adelante y se encuentra en pleno proceso de reconciliación.

Las municipales en Mozambique también deben ser seguidas, ya que en los últimos meses se ha producido un auge del terrorismo (grupos islamistas) y habrá que ver si la seguridad se verá amenazada en el proceso electoral. Algo similar ocurrirá en Somaliland -único estado de facto del calendario electoral de octubre-, pues muy cerca de sus fronteras está la amenaza de Al Shabaab. Además, será interesante ver si influirá en algo la reciente ola de distensión en el Cuerno de África.

Por último, los referéndums en Rumania (matrimonio homosexual) e Irlanda (ley sobre blasfemia) permitirán conocer los avances de sus respectivas sociedades en temas valóricos que están muy en boga.

A continuación, un resumen actualizado de cómo se fueron desarrollando estos procesos.

DOMINICA – Presidencial y local (1 de octubre)

El Parlamento dominiqués eligió a Charles Savarin, actual presidente del país, como mandatario de Dominica. Esto último, luego que la oposición no presentara un candidato y, por ende, el único postulante al cargo fue el ganador del proceso.

De esta forma, Savarin obtuvo un segundo mandato, ya que el primero correspondió al período 2013-2018. 

Respecto de la elección para el Consejo local de La Plaine/La Ronde, el vencedor fue Jason Fontaine, quien obtuvo 177 votos (52,52%) y doblegó a 
Bernard Oscar Graham, que alcanzó 148 preferencias (43,92%). 

En total, votaron 337 personas, equivalente a una tasa de participación de 68,78%. De los electores que sufragaron, el 54,06% correspondió a mujeres, mientras que los hombres representaron al 45,40%.

IRAK – Presidencial (2 de octubre )

El kurdo Barham Salih fue elegido por el Parlamento iraquí como el nuevo presidente del país. Salih, un experimentado político, ha ejercido cargos en el Gobierno Regional del Kurdistán y en el Gobierno Federal de Irak. Además, es conocido por ser moderado.

El proceso de votación tuvo dificultades, ya que el Partido Democrático del Kurdistán y la Unión Patriota de Kurdistán tuvieron problemas para ponerse de acuerdo en un candidato. Sin embargo, finalmente lo consiguieron y se pudo llevar a cabo el proceso electoral. En éste, Barham Salih doblegó a Fuad Hussein por 219 votos contra 22.

Cabe consignar que el sistema político de Irak estableció, a partir de 2003 y por medio de un arreglo no oficial, que el presidente debe ser kurdo, el primer ministro un chiíta y el portavoz del Parlamento un sunita.

GABÓN – Legislativas (6 de octubre)

Después de dos años de aplazamientos, finalmente se llevaron a cabo estas elecciones. Originalmente, se realizarán el 27 de diciembre de 2016, pero la fecha cambiaría al 29 de julio de 2017 y fines de abril de 2018. Nada de eso ocurrió y el proceso electoral tuvo lugar el 6 de octubre de 2018. Además del llamado a boicot de una parte de la oposición -liderados por Jean Ping, quien perdió la presidencial de 2016 ante Ali Bongo-, los comicios se desarrollaron con plena calma, y fueron avalados por el naciente Centro Gabonés de Elecciones. Al mismo tiempo, los observadores de la Unión Africana afirmaron que el desarrollo de las elecciones había sido «satisfactorio». Sin embargo, los opositores Unión Nacional y Agrupación Herencia y Modernidad realizaron quejas públicas, afirmando que el proceso electoral no fue transparente. De todas formas, participarán en la segunda vuelta.

El gran vencedor fue el Partido Democrático Gabonés (PDG), actualmente en el poder, el cual obtuvo 74 de los 143 asientos de la Asamblea Nacional, es decir, mayoría absoluta. Más atrás quedaron Les Démocrats (tres escaños), el Partido Social-Demócrata (uno), la Unión por la Nueva República (uno), la Agrupación por la Restauración de los Valores (uno) y la Unión por la Democracia y la Integración Social (uno). Además, dos cupos fueron ganados por candidatos independientes. 

Los resultados, claramente, han sido muy desfavorables para la oposición (apenas cuatro asientos), aunque la situación podría mejorar un poco, ya que 26 de sus candidatos entraron al balotaje. 

La tasa de participación fue de 58,63% y el 27 de octubre se realizará la segunda vuelta, en la cual se definirán los balotajes correspondientes a 61 asientos.

LETONIA – Legislativas (6 de octubre)

Con plena normalidad se llevó a cabo el proceso electoral en este país de la zona báltica. El vencedor fue Harmony, un partido de centro-izquierda (social-demócrata) y prorruso, que se quedó con 19,8% de los votos y totalizó 23 asientos del Saeima (Parlamento). Más atrás quedaron los populistas de Quién Posee al Estado (KPV-LV, 14,25% y 16 escaños), el Nuevo Partido Conservador (13,59%, 16), Desarrollo (alianza liberal, 12,04%, 13), Alianza Nacional (derecha, 11,01%, 13),  Unión de Verdes y Campesinos (centroderecha, 9,91%, 11) y Nueva Unidad (derecha, 6,69%, 8).

Otros nueve partidos -de los cuales seis son nuevos- obtuvieron votaciones entre 0,1% y 4,14%, pero sin lograr entrar al Parlamento. 

El gran triunfador fue Quién Posee al Estado, ya que es un partido político nuevo y alcanzó el segundo lugar en la votación (por porcentaje y número de escaños ganados). Otros que festejaron fueron el Nuevo Partido Conservador y Desarrollo, quienes aumentaron en 16 y 13, respectivamente, el número de asientos en comparación a las anteriores legislativas.

Mientras, en la vereda de los perdedores aparece, en primer lugar, Para Letonia desde el Corazón (conservador), ya que alcanzó apenas el 0,84% de la votación y perdió los siete cupos parlamentarios que había ganado en el anterior proceso. De esta forma, quedó fuera del Parlamento. Situación similar vivió la Asociación Letona de Regiones (centro, regionalista), ya que obtuvo el 4,14% de los votos, pero no le alcanzó para seguir en el Parlamento y, de hecho, perdió ocho cupos que había sumado en la anterior legislativa. Otros que perdieron son Nueva Unidad y Unión de Verdes y Campesinos, quienes a pesar de seguir en el Saeima bajaron su cantidad de asientos en 15 y diez, respectivamente. 

Ahora, Harmony tendrá el gran desafío de buscar alianzas, para así poder gobernar. Cabe recordar que dicho partido político ha obtenido cuatro triunfos anteriormente, pero en ninguno de esos casos pudo gobernar, ya que no logró formar una colación de gobierno. Además, el fantasma de Rusia sigue pesando muy fuerte en el Báltico y esto influirá en la decisión de los partidos políticos. En paralelo, la fragmentación parlamentaria será un buen control, pero, al mismo tiempo, una gran dificultad a la hora de generar acuerdos. Por último, las mujeres ganaron 31 escaños, es decir, el 31% del Parlamento, lo cual es el mejor resultados histórico en Letonia. Además, sitúa al país levemente por encima del promedio de la Unión Europea (29,7%). 

Al terminar, algunos datos sobre las elecciones. Se registraron 1.461 candidatos, con un promedio de edad de 46,5. El postulante más joven tenía 21 años y el mayor anotaba 88. Por género, hubo 31,8% de mujeres y 68,2% de hombres. Se presentaron 16 listas y el total de posibles electores fue de 1. 548.100, con una tasa de participación de 54,6%.

BOSNIA-HERZEGOVINA – Presidencial y legislativas (7 de octubre)

En una tensa elección, Milorad Dodik, Sefik Dzaferovic y Zeljko Komsic ganaron la elección presidencial realizada con normalidad, aunque con muchas acusaciones y sospechas de irregularidades electorales. Cabe recordar que la presidencia de Bosnia-Herzegovina es rotativa y se distribuye en líderes de los tres principales grupos étnicos.

En la República de Serbia, el nacionalista Milorad Dodik, quien además es prorruso y anti-Occidente, obtuvo el primer lugar, con el 53,78% de los votos. Mientras, en la Federación Bosnio-Croata, el nacionalista musulmán Sefik Dzaferovic obtuvo el 36,55% (versus el 33,6% de su principal contendiente), en tanto que el moderado Zeljko Komsic se impuso con el 53,67% (derrotando al nacionalista croata Dragan Covic). Así, los presidentes de Bosnia-Herzegovina serán Milorad Dodik (República de Serbia), Sefik Dzaferovic y Zeljko Komsic (Federación Bosnio-Croata).

Respecto a las elecciones de la Asamblea de Representantes, el Partido de Acción Democrática -que apoyó a Dzaferovic- se alzó con la victoria en la Federación Bosnio-Croata gracias al 25,77% de los votos, en tanto que la Alianza de Socialdemócratas Independientes -principal sustento de Dodik- se impuso en la República de Serbia obteniendo el 39,21%. 

Cabe consignar que la Asamblea de Representantes reserva 28 asientos para la Federación Bosnio-Croata y 14 para la República de Serbia. 

Las elecciones adquirieron gran relevancia en un contexto en el cual los nacionalismos étnicos han ganado fuerza y, como demostración, dos líderes de dicha tendencia obtuvieron la victoria en la elección presidencial. Además, la presidencia de Bosnia-Herzegovina enfrentará temas de gran importancia como las relaciones con Rusia, la Organización del Atlántico Norte (OTAN), la integración con la Unión Europea y el reconocimiento de Kosovo. Y es en estos puntos donde los tres presidentes recientemente elegidos no tienen posturas comunes. 

Los comicios presidenciales y legislativos tuvieron una participación de 53,26%. En el proceso estuvieron presentes 58 partidos, 36 coaliciones y 34 candidatos independientes. Los resultados oficiales definitivos aún no han sido entregados por el Comité Electoral Central.   

BRASIL – Presidencial y legislativas (7 de octubre)

Sin sorpresas se desarrollaron los comicios presidenciales en Brasil, aunque ninguno de los nueve candidatos logró obtener el triunfo en la primera vuelta. 

Tal cual vaticinaban los sondeos previos, los dos principales aspirantes obtuvieron las dos mejores votaciones. Así es que Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal) recibió 49,276,990 votos, correspondientes al 46,03%, mientras que Fernando Haddad (Partido dos Trabalhadores) sumó 31,342,005 preferencias, equivalentes al 29,28%.   Más atrás aparecen Ciro Gomes (Partido Democrático Trabalhista, 12,47%), Geraldo Alkmin (Partido da Social Democracia Brasileira 4,76%), 
João Amoêdo (Partido Novo, 2,50%), Cabo Daciolo (Patriota, 1,26%), Hernique Meirelles (Movimiento Democrático Brasileiro, 1,20%), Marina Silva (Rede Sustainable, 1,00%) y Alvaro Dias (Podemos, 0,80%).

Así las cosas, Bolsonaro -derecha, negrófobo y defensor de la dictadura- y Haddad -izquierda y continuista de Lula da Silva y Dilma Rouseff- se verán las caras en la segunda vuelta electoral, la cual tendrá lugar el 28 de octubre. Cabe destacar que la participación femenina en este presidencial fue muy baja, ya que de los nuevos postulantes, solo uno fue mujer. Esto equivale al 11,11%. 

En cuanto a las legislativas, 

CAMERÚN – Presidencial (7 de octubre)

El actual mandatario del país, Paul Biya, obtuvo un macizo triunfo en la elección presidencial. Tras una espera de dos semanas, el Consejo Constitucional entregó los resultados oficiales, los cuales establecieron que Biya – quien gobierna desde 1982 y tiene 85 años- se quedó con el 71,28% de los votos. Más atrás quedaron el opositor Maurice Kamto (14,23%),Cabral Libiii (6,28%) y Joshua Osih (3,35%). Sobre este último, resalta el magro resultado electoral, ya que era apoyado por el Frente Social Demócrata (SDF, por sus siglas en inglés), que es el principal partido de oposición. Cerrando la lista de los candidatos presidenciales, aparecen 
Ndam Njoya (1,73%),  Garga Haman Adji (1,55%), Frankline Ndifor (0,67%) y Serge Espoir Matomba (0,56%) y Akere Muna (0,35%). Este último optó por bajar su candidatura el pasado 5 de octubre y entregó su apoyo a Maurice Kamto.

El triunfo de Biya fue inapelable en la mayoría de las regiones de Camerún, obteniendo la victoria en nueve de ellas. Destacan los resultados del Sur (92,91%), Este (90,4%), Extremo Norte (89%) y el Norte (81%). Solo en Litoral perdió, ya que ahí se impuso Maurice Kamto (38,60%). 

La tasa de participación fue de 53,85%, pero en las dos regiones anglófonas -en las cuales cerca de 200.000 personas han escapado de los choques entre fuerzas gubernamentales y separatistas- se estima que fue menor al 5%. Además de esta irregular situación, la oposición acusó a Biya de haber manipulado los resultados oficiales y de haber establecido un montaje electoral. Sin embargo, el Consejo Constitucional rechazó las 18 quejas presentadas. Ante esto, el opositor Kamto aseguró que seis de los 11 integrantes del Consejo Constitucional son leales a Paul Biya, poniendo en duda la legitimidad de este proceso. 

Los resultados oficiales fueron anunciados el 21 de octubre y un día después de aquello se desplegaron tropas en las principales ciudades del país -como Yaoundé y Douala-, para evitar choques e impedir manifestaciones de grupos que consideran que hubo fraude electoral. 

El total de posibles votantes fue de 6.667.754, pero solo 3.590.681 ejercieron su derecho a participar en la elección presidencial. 

RUMANIA – Referéndum constitucional (6 y 7 de octubre)

Un duro revés sufrieron los sectores conservadores de Rumania, ya que fracasó el intento de modificar la Constitución, lo cual tenía como objetivo evitar, en el futuro, la legalización del matrimonio homosexual.

El referéndum contaba con el apoyo de partidos nacionalistas y religiosos, pero también tenía el aval de los socialdemócratas. Su intención era modificar la Constitución, ya que esta última expresa que el matrimonio es «entre esposos» y deseaban que estableciera que el matrimonio es entre una mujer y un hombre.

La oposición estuvo liderada por  Salvemos la Unión Rumana, partido político que hizo un llamado a boicotear este referéndum. Los verdes y algunos tecnócratas se sumaron a esta iniciativa y no participaron en la votación.

Y aunque los sondeos previos auguraban una participación cercana al 34% -con lo cual el resultado hubiese sido vinculante, ya que el mínimo es el 30%-, finalmente la cifra fue bastante menor y llegó al 21, 1%. Con esto, y a pesar del contundente triunfo del «Sí» (93,4%), el referéndum fracasó, pues no se cumplió con el mínimo de participación.

De todas formas, la severa derrota de los conservadores tampoco cambia mucho el ámbito legal, ya que el artículo 259 del Código Civil rumano establece que el matrimonio es entre una mujer y un hombre. Junto a eso, en Rumania no son legales la unión civil, ni el matrimonio homosexual. 

Por último, es importante mencionar que las dos cámaras del Parlamento rumano habían apoyado la moción de modificar la Constitución, asi que la derrota fue aún más dura, ya que el referéndum era la última instancia que faltaba para legalizar la iniciativa. 

SAO TOMÉ Y PRÍNCIPE – Legislativas (7 de octubre)

El partido Acção Democrática Independente, (ADI), actualmente en el poder, se impuso en las legislativas del estado insular africano. Sin embargo, no logró alcanzar la mayoría absoluta y ahora tendrá que negociar para armar un gobierno.

Si bien los resultados oficiales entregados por la Comisión Electoral Nacional (CEN) fueron aceptados por las diversas fuerzas políticas, el ADI impugnó el conteo de unos 2.000 votos nulos y blancos, pues tenía la esperanza de obtener la mayoría absoluta. Sin embargo, tras la revisión del escrutinio -proceso que contó con la presencia de los delegados de los partidos políticos- el escenario no cambió mucho y las principales tendencias se mantuvieron. 

Así las cosas, el ADI ganó el proceso legislativo con 32.805 votos (41,71%), seguido de cerca por el Movimento de Libertação de São Tomé e Príncipe – Partido Social Democrata (MLSTP-PSD), que totalizó 31.634 papeletas. Más atrás quedó la coalición formada por el Partido da Convergência Democrática (PCD, segundo mayor partido de la oposición), União para a Democracia e Desenvolvimento (UDD) y Movimento Democrático Força da Mudança (MDFM), la cual sumó 7.451 votos. Luego, aparecen el Movimento de Cidadãos Independentes de São Tomé e Príncipe (1.659), Força do Povo (823), Movimento Social Democrata – Partido Verde (499) y Partido de Todos os Santomenses (224).

De esta forma, ADI se quedó con 25 de los 55 escaños del Parlamento, mientras que el Movimento de Libertação de São Tomé e Príncipe – Partido Social Democrata (MLSTP-PSD) se alzó con 23 asientos. La coalición del PDC, la UDD y el MDFM aseguró cinco cupos y el Movimento de Cidadãos Independentes de São Tomé e Príncipe atrapó dos. La otra cara de la moneda vivieron Força do Povo, Movimento Social Democrata – Partido Verde y Partido de Todos os Santomenses, quienes no lograron capturar escaños.

De cara a formar gobierno, el ADI ya cuenta con dos votos de independientes, pero a pesar de eso quedaría con un asientos menos que la oposición (27 versus 28), es decir, tiene mayoría relativa. En comparación a 2014, ADI perdió ocho cupos, pues anteriormente alcanzó 33 cupos parlamentarios y, por ende, logró tener mayoría absoluta. A partir de ahora, el ADI tendrá un mes para formar gobierno. En caso de no conseguirlo, el segundo partido más votado sería el encargado de realizar dicha labor.

A pesar de haber tenido una larga dictadura, desde 1991 -año en el cual llegó la democracia- que la vida política de Sao Tomé y Príncipe se ha convertido en un ejemplo de alternancia democrática. 

Finalmente, algunos datos de la elección legislativa. El proceso contó con 247 mesas de votación y 78.617 de los 97.240 electores participaron, es decir, la tasa de participación fue de 80,85%. Del total de votos, hubo 2.351 nulos y 885 blancos. 

MOZAMBIQUE – Municipales (10 de octubre)

El Frente de Libertação de Moçambique (FRELIMO), partido que actualmente está en el poder y que gobierna desde 1975, fue el gran vencedor de las elecciones autárquicas, las quintas en la historia del país -que desde 1998 comenzó un progresivo proceso de municipalización-, las cuales tenían como misión elegir a los presidentes de los 53 consejos autárquicos y a los respectivos miembros de las asambleas municipales. 

Según los resultados oficiales entregados por la Comisión Nacional de Elecciones (CNE), el FRELIMO alcanzó el 51,78% del total de votos, siendo seguido por Resistência Nacional Moçambicana (RENAMO, 38,90%), principal partido de oposición, y el Movimento Democrático de Moçambique (MDM, 5,50%). Los partidos más chicos y otras coaliciones sumaron, todos juntos, apenas el 0,82%. En términos concretos, el FRELIMO ganó en 44 de los 53 municipios del país, mientras que el RENAMO y el MDM se impusieron en ocho y uno, respectivamente.  

En comparación a las autárquicas de 2013, el FRELIMO bajó de 49 a 44, en tanto que el MDM  vivió la misma situación (cuatro a uno). El RENAMO no participó en dicho proceso electoral como protesta por la ley electoral y los órganos electorales de aquel momento.

Respecto de los resultados de las principales ciudades del país, en Maputo -capital de Mozambique- se impuso el FRELIMO (56,95%), dejando más atrás al RENAMO (36,43%) y MDM (5,13%). En Matola también ganó el FRELIMO, pero con una mínima diferencia sobre el RENAMO (48,05% versus 47,28%), cifras que fueron puestas en duda por la oposición. En Chimoio también hubo una estrecha definición, con el FRELIMO en primer lugar (52,51%) y el RENAMO en la segunda ubicación (44,51%), situación parecida a la vivida en Tete, con el FRELIMO imponiéndose (54,49%), Lichinga, nuevamente con victoria del FRELIMO (51,93%), y Pembe, donde ganó el FRELIMO con el 54,21%. En Xai-Xai (81,21%) e Inhambane (79,50%) hubo una abrumadora mayoría favorable al FRELIMO.

El RENAMO obtuvo sendos triunfos en Zambézia (59,17% versus 36,09% del FRELIMO) y Nampula (59,42% versus 32,20%), en tanto que el único triunfo del MDM fue en Beira, donde alcanzó el 45,77%

La oposición rechazó varios resultados y, además, puso en duda la legitimidad del escrutinio. Por ejemplo, Daviz Simango, líder del MDM, aseguró que los observadores internacionales no pueden realizar de buena forma su trabajo. A su vez, el RENAMO impugnó las cifras de cuatro municipios en los cuales se declaró el triunfo del FRELIMO, a pesar que, según el principal partido de oposición, ellos ganaron. La molestia significó que desde el RENAMO se pusiera en duda continuar con las negociaciones de paz, acusando al FRELIMO de no respetar el proceso electoral. 

Sin embargo, observadores externos avalaron la legitimidad de las elecciones. Así fue que las comitivas de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP) y la Unión Europea afirmaron que el proceso se desarrolló de acuerdo a las normas y prácticas internacionales. 

Es importante mencionar que el Secretariado Técnico de Administração Eleitoral (STAE) instaló 5.459 asambleas municipales y reunió a 38.213 miembros de mesas de voto para el proceso electoral. En los comicios estuvieron presentes 21 partidos, coaliciones o grupos de ciudadanos, aunque apenas los tres partidos políticos que obtuvieron escaños parlamentarios presentaron candidatos en todos los municipios. Hubo 250 observadores extranjeros y 5.000 mozambiqueños, en tanto que el evento fue cubierto por cerca de 1.000 periodistas (locales y foráneos).

Según el Centro de Integridad Pública (CIP), la tasa de participación fue de 60,3%, la más alta desde la instauración de la municipalización. Metangula (77%) y Malema (39%) tuvieron las cifras más altas y bajas, respectivamente. Cabe consignar que la votación se realizó solo en las ciudades y los pueblos con rótulo de autarquías, pues no hay municipios en todo el territorio del país.

Dentro de las novedades de esta votación, los centros de votación con tres o más mesas contaron, por primera vez, con un computador, para que los electores pudiesen ver cuál era el local en el cual debían votar. Además, en Maputo y Matola se dio marcha blanca a la idea de informar, a través de SMS, sobre los centros de votación.

COSTA DE MARFIL – Municipales (13 de octubre)

El partido en el poder, Encuentro de los Houphuetistas por la Democracia y la Paz (RHDP, por sus siglas en francés), obtuvo el triunfo en estos comicios, los segundos de este tipo en el país luego de 2013. Si bien el proceso electoral se desarrolló con normalidad en gran parte del país, hubo zonas en las cuales no se pudieron llevar a cabo las votaciones y, además, se registraron incidentes en casi todo el territorio marfileño.

Esta fue la situación de la región de Guemon y la comuna de Port-Bouet, donde no tuvieron lugar las elecciones regional y municipal, respectivamente. En el caso de Guemon, el proceso del recuento de votos se vio afectado por los incidentes ocurridos, especialmente en Facobly, dado que muchas actas fueron destruidas. Mientras, en Port-Bouet, el proceso no se pudo llevar a cabo por la gran cantidad de centros de votación destruidos por individuos que no fueron reconocidos. Junto a estos hechos, se registraron cuatro muertos y, según informaron medios locales, ciertos centros de votación del norte del país tuvieron una baja tasa de participación debido a fallas en el sistema electrónico de identificación.

En relación a los votos, la elección regional -en la cual se debían elegir 30 consejos- fue ganada por el RHDP, que alcanzó 18 consejos (60%). Más atrás quedaron el Partido Democrático de Costa de Marfil-Conglomerado Democrático Africano (PDCI-RDA 6, 20%), los independientes (3, 10%), el (PDCI-RHDP, 2, 6,67%) y el Frente Popular Marfileño (FPI, 3, 3,33%).  Respecto de los comicios municipales -en los cuales se elegían 200 consejos-, la victoria fue para el RHDP, que se quedó con 92 consejos (46%). Luego vinieron los independientes (56, 28%), PDCI-RDA (50, 25%) y el FPI (2, 1%).

Al terminar, algunos datos sobre este proceso electoral. Cerca de 30.000 efectivos de fuerzas de seguridad fueron desplegados a lo largo y ancho del país (en su mayoría de la Policía y Gendarmería). En la elección regional, había 4.397.006 inscritos, pero solo votaron 2.038.466, con una tasa de participación de 46,36%, en tanto que en las municipales el electorado estaba compuesto por 4.321.837, de los cuales 1.564.671 ejercieron su derecho a votos, estableciendo una tasa de participación de 36,20%.

En total, se contabilizaron 20.000 centros de votación y 76.000 agentes electorales. En los comicios regionales, se anotaron 88 listas de candidaturas, de las cuales 47 correspondieron a cuatro partidos o coaliciones políticas, mientras que 41 fueron listas independientes. Sobre las municipales, de las 685 listas, 296 representaban a cinco fuerzas políticas, en tanto que 389 tuvieron el carácter de independientes.

MALASIA – Legislativas (13 de octubre)

El abogado Datuk Seri Anwar Ibrahim (Alianza de la Esperanza) se impuso en la elección parcial realizada en el distrito de Port Dickson. Anwar obtuvo 31.016 votos (71,32%), siendo secundado por Mohd Nazari Mokhtar (7.456 preferencias, 17,14%), Tan Sri Isa Samad (4.230, 9,73%), Stevie Chan (337, 0,77%), Lau Seck Yan (214, 0,31%), Kan Chee Yuen (154, 0,23%) y Mohd Saiful Bukhari Azlan (82, 0,19%).

Cabe recordar que esta elección se realizó luego de la salida de  Datuk Danyal Balagopal Abdullah, quien había ganado el asiento del Parlamento en mayo de 2018. Posteriormente, el 12 de septiembre, renunció a su cargo y muchos especularon con que había recibido dinero a cambio de dicha acción. Al momento de obtener la victoria, Abdullah tuvo un margen de cerca de 17.500 votos.

Finalmente, en la reciente votación ejercieron su derecho 44.136 de los 75.770 electores, generando una tasa de participación de 58,25%.

LUXEMBURGO – Legislativas (14 de octubre)

Tal cual se esperaba, el proceso electoral se desarrolló con plena calma y sin incidentes. Los grandes vencedores de estas elecciones fueron el Partido Popular Social-Cristiano (CSV), Los Verdes y el Partido Pirata, los cuales, por diversas razones, tuvieron motivos para festejar. A la inversa, los principales perdedores fueron el Partido Democrático (DP) y el Partido Obrero Socialista Luxemburgués (LSAP)

Sobre los resultados, el CSV obtuvo 999.381 votos (28,31%), dejando más atrás al LSAP (621.332, 17,6%), DP (597.080, 16,91%), Los Verdes (533.893, 15,12%), Partido Reformista de Alternativa Democrática (ADR, 292.388, 8,28%), Partido Pirata (227.549, 6,45%), La Izquierda (193.594, 5,48%), Partido Comunista (44.916, 1,27%), Democracia (10.320, 0,29%) y Los Conservadores (9.516, 0,27%). Cabe consignar que el CSV se impuso en las cuatro circunscripciones, siendo secundado por LSAP (Sur) y DP (Norte, Este y Centro).  

El actual partido en el poder, el DP, no logró obtener el 25% en ninguna de las circunscripciones, mientras que el CSV obtuvo más del 25% en todas ellas e incluso llegando a cerca del 32% en una. A su vez, el LSAP solo en una circunscripción pasó el 20%. De todas formas, las tres principales fuerzas políticas bajaron su votación respecto de 2013. En la otra vereda, el Partido Pirata sumó más del 5% en toda las circunscripciones y entró al Paralamento, en tanto que Los Verdes sobrepasaron la barrera del 15% en dos circunscripciones y, en algo inédito, obtuvieron más del 15% en el total general. 

Así las cosas, la Cámara de Diputados (en Luxemburgo opera un sistema unicameral) para el período 2018-2023 quedó conformado por el CSV (21 asientos, -2), DP (12, -2), LSAP (10, -3), Los Verdes (9, +3), ADR (4, +1), Partido Pirata (2, +2) y La Izquierda (2, =). Con esto, el CSV deberá buscar una alianza, posiblemente con el DP, para obtener la mayoría (31 escaños o más) y formar gobierno. En este sentido, es importante recordar que en las pasadas elecciones, el CSV también ganó, pero en aquel entonces el DP y los Verdes optaron por apoyar al LSAP. Con eso, el CSV se convirtió, por primera vez en la historia del país post-Segunda Guerra Mundial, en oposición.

En cuanto al proceso electoral, se contabilizaron 679 centros de votación y 547 candidatos, de los cuales 249 fueron mujeres (45,52%) y 298 hombres (54,48%). El electorado fue de 259.887 inscritos, pero 233.014 ejercieron su dercho a voto, estableciendo una tasa de participación de 89,61%. Sobre esto último, es necesario recordar que el sufragio es obligatorio en Luxemburgo y que en 2015 se realizó un referéndum para decidir si se permitía  la votación de los extranjeros residentes en el país, el cual fue ganado por la opción «No». Finalmente, 38.276 utilizaron el voto por correspondencia, es decir, el 14,73%.

BÉLGICA – Comunales/Municipales (14 de octubre)

Realizadas. Por primera vez un hombre de raza negra será alcalde.

BUTÁN – Legislativas (18 de octubre)

El Druk Nyamrup Tshogpa (DNT, que podría ser traducido como algo parecido al Partido Unido de Bután) fue el vencedor de las legislativas de este montañoso país asiático, que son las terceras desde 2008, año en el cual Bhután pasó de ser una monarquía absoluta a una de tipo de tipo constitucional.

El DNT es un partido de centro-izquierda, fundado en 2013, y obtuvo 30 de los 47 escaños e la Asamblea Nacional, equivalente al  63,83%, mientras que el Druk Phuensum Thsogpa alcanzó 17 asientos (36,17%). Cabe recordar que el partido actualmente en el poder, Partido Democrático del Pueblo, perdió en la primera ronda (primarias), razón por la cual no logró acceder a la segunda vuelta. Es importante mencionar que el sistema electoral de Bután funciona con una primaria en la cual se vota por partidos políticos. Las dos principales fuerzas avanzan a la segunda ronda, en la cual los votos son por candidatos presentados por ambos partidos.

El proceso fue pacífico y no se registraron incidentes. Una de las novedades puestas en marcha por la Comisión Nacional Electoral fue el uso de sufragios por correo -correspondientes al 36,34% del total de votos- y máquinas electrónicas de votación. Junto a eso, un sistema de SMS para recolectar información de los 865 centros de votación. Todo esto, dado que muchas zonas del país están aisladas en regiones montañosas.

El electorado de Bután cuenta con 438.663 inscritos, de los cuales 313.473 ejercieron su derecho a sufragio (50,8% mujeres y 49,2% hombres). Así las cosas, la tasa de participación en estas elecciones fue de 71,46%. El resultado fue inédito para las mujeres, ya que siete de las candidatas presentadas lograron ganar y obtuvieron un asiento en la Asamblea Nacional, situación muy diferente a la de las anteriores elecciones, en las cuales hubo 11 postulantes, pero solo tres de ellas vencieron.

AFGANISTÁN – Legislativas (20 de octubre)

Realizadas y con graves incidentes que incluyeron muerte debido a atentados.

AUSTRALIA – Legislativas (20 de octubre)

Luego de sufrir una derrota como primer ministro, Malcolm Turnbull también renunció a su asiento en el parlamento, con lo cual se debió realizar una elección parcial en Wentworth. 

El Partido Liberal se impuso en la primera votación, ya que Dave Sharma sumó 32.657 preferencias (43,12%), dejando más atrás -con cerca de 14 puntos porcentuales de diferencia- a su principal contendiente, es decir, la independiente Kerryn Phelps, quien totalizó 22.092 votos (29,17%).

Luego, en la segunda instancia, Phelps tomó la delantera y obtuvo un estrecho triunfo. Esto, pues obtuvo 38.757 votos (51,18%), superando por un pequeño margen a Sharma, quien totalizó 36.974 preferencias (48,82%).

En este proceso participaron 80.642 de los 103.810 posibles electores, estableciendo una tasa de participación de 77,68%.

MALÍ  – Legislativas (28 de octubre)

Luego que la Asamblea Nacional sugiriera posponer la puesta en marcha del proceso electoral, la Corte Constitucional del país tomó la decisión de aplazar el desarrollo de las legislativas para «fines del primer semestre de 2019». El motivo de esto fue que aún hay que llevar a cabo las reformas institucionales establecidas en el Acuerdo de Paz de Argel. Además, se consideró necesario tener más tiempo para organizar sin problemas las elecciones. 

Originalmente, los comicios se desarrollarían el 28 de octubre, pero el gobierno de Malí retrasó en un mes el proceso, ya que hubo una huelga de magistrados. De esta forma, los integrantes de la Asamblea Nacional, elegidos en noviembre y diciembre de 2013, seguirán en sus cargos por seis meses más de lo previsto. 

Las legislativas de 2018 tenían como objetivo la renovación de los 147 asientos de la Asamblea Nacional de Malí y era uno de los grandes desafíos -en su proceso de progresivo retorno a la democracia- tras la presidencial de 2018, la cual dio como ganador a Ibrahim Boubacar Keita, presidente saliente. Tras esto, su principal contendiente, Soumail Cissé, se negó a reconocer los resultados y hasta el día de hoy asegura que hubo fraude electoral. Por tal motivo, el 6 de octubre pasado se había organizado el Frente por la Protección de la Democracia, una coalición dirigida por el mencionado Cissé y compuesta por partidos políticos y asociaciones.

IRLANDA – Presidencial y referéndum constitucional (26 de octubre)

Sin incidentes se llevó a cabo el referéndum sobre la ley de blasfemia, la cual, según establecía la Constitución de Irlanda, era sancionada como una ofensa. La intención de este instrumento electoral era preguntarle a la ciudadanía si quería que la blasfemia siguiese siendo penalizada o no.

Al respecto, el «Sí» ganó por una importante diferencia, ya que obtuvo el 64,85% (951.650 votos), mientras que el «No» alcanzó el 35,15% (515.808 preferencias). De esta forma, la blasfemia -ofensa hacia los valores sagrados religiosos- dejará de ser incluida en la Constitución como una ofensa.

La tasa de participación del referéndum fue de 43,79%.

GEORGIA – Presidencial (28 de octubre)

Con normalidad se desarrolló el proceso electoral, el cual marcó la despedida del sistema de votación directa. Claro, pues a partir de ahora -gracias a una reforma constitucional previa- el presidente de Georgia será elegido por un Colegio Electoral, el cual estará compuesto por diputados del Parlamento y representantes políticos locales y regionales. Esto va en la línea de transición desde un sistema presidencial hacia uno parlamentario y en el cual el primer ministro será el cargo fuerte.

Sobre la elección presidencial, no hubo grandes incidentes, ni problemas mayores. De hecho, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) declaró que el proceso se llevó a cabo de forma correcta, que los votantes pudieron elegir entre diversas opciones y que el proceso previo de campaña electoral fue libre. Sin embargo, igualmente realizó dos observaciones negativas. La primera, que el aparato estatal había tenido más participación de la deseada y, la segunda, que ciertos medios privados habían realizado una cobertura tendenciosa. Más allá de estas críticas, se confirmó que la institucionalidad democrática de Georgia dio un nuevo paso hacia adelante. Por ejemplo, el hecho de tener una votación tan estrecha y la realización de una segunda vuelta fueron puestos como evidencias de la democratización del estado georgiano. Todo esto fue avalado por Transparencia Internacional Georgia, organismo que informó sobre 90 violaciones que estuvieron rotuladas entre «insignificantes» y «relativamente serias». 

Sobre los resultados, se presentaron 46 candidaturas, de las cuales solo 25 fueron aprobadas, y las tres primeras preferencias no fueron una sorpresa, ya que estuvieron dentro de lo esperado. Además, ningún candidato logró 50% o más de los sufragios, asi que se realizará una segunda vuelta (posiblemente el 2 de diciembre) entre los dos primeros. ¿Quiénes entraron al  balotaje?

Se trata de la independiente -aunque apoyada por la colación Sueño Georgiano, actualmente en el poder- Salomé Zourabichvili (615.572 sufragios) y el opositor Grigol Vashadze (Movimiento Nacional Unido, 601.224 preferencias), quienes obtuvieron el 38,64% y 37,74% de los votos, respectivamente. Más atrás quedó David Baqradze, también de la oposición, quien consiguió el 10,97%. Los restantes 22 candidatos tuvieron una baja votación y, de hecho, apenas cuatro de ellos se anotaron con cifras entre el 1% y 3,75%. 

Cabe estacar que Zourabichvili y Vashadze fueron antiguos ministros de Relaciones Exteriores de Georgia. Además, en el caso de Zourabichvili, antes de ingresar a la política georgiana ejerció en el mismo ámbito, pero en Francia, país en el cual nació luego que su madre y su padre se fuesen a vivir allá. Dentro de lo más destacado en su experiencia francesa, se puede contar al hecho de haber sido embajadora de Francia en Georgia. 

Es importante resaltar que Giorgi Margvelashvili, actual presidente georgiano, no se presentó en busca de un segundo período y valoró que el proceso se haya desarrollado en forma democrática. 

Por último, es necesario dar a conocer algunas cifras sobre la elección presidencial de Georgia. El número de votantes inscritos fue de 3.504.082, de los cuales votaron 1.637.956, es decir, hubo una tasa de participación de 46,74%. El distrito con más baja cantidad de participantes tuvo un 36,47%, mientras que el de mayor cantidad llegó a 64,74%. Por género, el electorado estuvo conformado por un 53,70% de mujeres y un 46.30% de hombres, tendencia que se acentuó entre los georgianos residentes en el extranjero (55,16% versus 44,84%). Sobre los postulantes a la presidencia, el 92% representó al género masculino, mientras que apenas el 8% correspondió al femenino. Situación muy diferente se vivió en las comisiones electorales de los distritos, ya que las mujeres dominaron largamente (73,25% versus 26,75%). 

SUDÁFRICA – Municipales (3, 24 y 31 de octubre)

N/D

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Presidenciales en Francia: Sarkozy, la inmigración y la cuestión turca

Fecha 23/05/2007 por Raimundo Gregoire Delaunoy

Hasta que lo consiguió. Nicolas Sarkozy se convirtió en el nuevo Presidente de Francia, algo que de seguro no debe tener muy contenta y tranquila a Ségòlene Royal y a quienes votaron por ella. Sin embargo, los números son categóricos y no admiten mayor duda o cuestionamiento: 53.06% de los votos para el hijo de inmigrantes húngaros, 46.94% de apoyo para la «africana», nacida en Dakar.

Raimundo Gregoire Delaunoy | 23 de mayo, 2007

roya-sarkozyQuizás estos últimos dos datos nos puedan entregar una señal de lo que está ocurriendo en Francia. Uno de los principales temas es la inmigración, no sólo la ilegal, sino que también aquella que se ajusta a la ley. Mientras Sarkozy tiene una política mucho más dura respecto a este asunto, Royal parecía tener una actitud más comprensiva hacia los inmigrantes.

De hecho, «Speedy Sarko» tiene como una de sus principales cartas de presentación un sistema de inmigración selectiva, en el cual no cualquier extranjero puede ingresar a Francia. Por el contrario, la representante del Partido Socialista promovía un método de integración, incluso dando facilidades a ciertos inmigrantes ilegales.

Pero volviendo a lo expresado al comienzo, no puede pasar desapercibido el hecho que Sarkozy sea hijo de húngaros y que Royal haya nacido en el actual Senegal. Quizás ahí comienza el tema de los inmigrantes y, por lo mismo, las soluciones a este problema no pasan por una ley de mayor o menor severidad. Tal vez sea que Francia deba asumir que tiene una tarea pendiente y que se relaciona con un análisis profundo de lo que fue su accionar durante gran parte del siglo veinte.

Al respecto, cabe preguntarse si acaso los franceses tienen el derecho de rechazar a los negroafricanos que intentan ingresar al territorio francés. Otro cuestionamiento apunta hacia el tema de los argelinos, específicamente hacia los hijos de aquellos hombres que fueron forzados a trabajar en Francia durante los años del imperialismo francés. Si la política francesa de antes fue obligar a obreros argelinos a dejar su tierra y trabajar en Francia, ¿entonces el hijo de aquel trabajador, nacido en Francia, no tiene los mismos derechos que otro francés?

En fin, parece ser que la inmigración va más allá de lo meramente ideológico y claramente responde a lo que conocemos como «mea culpa». No puedes explotar a alguien y luego dejarlo sumido en el desamparo. Corrección. Puedes hacerlo, pero luego no te quejes si aparece el odio, la pobreza o la violencia. No te quejes de un sistema, si fuiste el encargado de alimentarlo y fomentarlo. Eso es lo que está ocurriendo, pero no sólo en Francia. Los galos están preocupados por los africanos negros y los magrebíes; en Alemania no saben qué hacer con los turcos; en el Reino Unido deben convivir (forzosamente) con paquistaníes e indios; en España acusan de ladrones a los marroquíes. Esa es la situación en Europa. Y eso que no se menciona otro tipo de inmigración tan poco deseada como la de africanos y árabes: los rumanos.

Por eso, los franceses deben tener mucho cuidado. Especialmente ahora que Sarkozy llegó al poder. No se trata de satanizar al representante de la Unión por un Movimiento Popular. Tampoco debemos mostrar a Ségòlene Royal como una blanca paloma de la paz. Cada cual tenía debilidades en sus programas y propuestas. Por ejemplo, el tema de la inmigración y el rotundo rechazo a Turquía, por parte de Sarkozy; la ambigüedad respecto a China y su insistencia en realizar una nueva votación acerca de la Constitución Europea, por parte de Royal.

Pero el recelo tiene que ver con temas de extrema relevancia y que, quizás, no han sido abordados de la forma en que debieran. El principal es el asunto turco o, más bien, todo lo que tenga que ver con el proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE). Ahora, bajo el mandato de Sarkozy y tomando en cuenta la convergencia actual en el seno de la misma UE (se necesita unanimidad de los estados miembros para aceptar a otro país y actualmente están congelados los procesos de ingreso), parece imposible ver a Turquía dentro de la UE, en el corto e incluso en el mediano plazo. El problema radica en la actitud adoptada por Nicolas Sarkozy, el cual ha dejado muy en claro que no quiere a Turquía dentro de la Unión Europea. Su motivo, muy simple: los turcos no son europeos.

Ahora bien, Sarkozy no es el único que se opone al ingreso de Turquía. De hecho, prácticamente todos los candidatos de la primera vuelta electoral así lo hicieron saber. Incluso Ségòlene Royal, que no rechazaba de plano la idea de incluir a Turquía como miembro de la UE, pero tampoco la apoyaba a rajatabla y se limitaba a dejar para más adelante una posible solución. Lo concreto es que en Francia pocos quieren ver a los turcos como parte de la UE.Algunos declaran que la real motivación de aquella decisión tiene que ver con el hecho que Turquía sea un país cuya población es mayoritariamente musulmana. Otros, aseguran que la razón se basa en un fuerte sentimiento ultranacionalista y xenófobo, que no sólo rechaza a los turcos, sino que también a los negros, a los árabes y a otras razas.

También, las agrupaciones de Derechos Humanos insisten en que Turquía aún tiene problemas de esta índole por resolver. Lo fundamental es el tema de los kurdos, pero también aparecen la deuda histórica del genocidio armenio (Turquía nunca ha reconocido aquello) y el hecho que Turquía sea la única nación que reconozca a la parte turca de Chipre. Finalmente, también están quienes se oponen al ingreso de Turquía, por considerarlo un estado asiático y no europeo, ya que cerca del 95% de su territorio se encuentra en Asia.

Entrando en el plano de las especulaciones, quizás el principal motivo apunte a que en caso que Turquía llegase a ser parte de la UE, se convertiría en uno de los países de mayor representatividad en el Parlamento Europeo. Esto último, tomando en cuenta el criterio de proporcionalidad, que aunque no se basa únicamente en la población, si otorga gran importancia a este elemento. ¿Qué pasaría con una Unión Europea en la cual un nuevo miembro pasa a ser una figura de alto peso, al menos en cuanto al número de eurodiputados?, ¿qué ocurriría con una Unión Europea con 70 millones de turcos?, ¿acaso no se podría producir un excesivo flujo de mano de obra turca a lo largo de Europa?

Sin duda que es un tema delicado y, dejando de lado el carácter islámico de Turquía (que no es tan importante, ya que es un estado laico), quizás los miedos europeos se basan en el hecho de ver a una población de origen altaico, proveniente del Asia Central, mezclada con grupos étnicos o razas «europeas». ¿Cómo se puede sostener aquello en el tiempo?, ¿se podrá convivir en paz y armonía? La pregunta nace espontánea, pero también la respuesta: ¿se puede hablar de una real Unión Europea, si uno de los criterios a la hora de elaborarla es la homogeneidad racial y/o religiosa?

En definitiva, puede parecer que el rechazo a Turquía no va más allá de una oposición. De hecho, muchos estados europeos ofrecen un status especial para los turcos, en el cual exista un nexo mayor que el existente con países como Marruecos (que pidió formalmente su ingreso en 1987, pero que le fue negado en forma tajante). Sin embargo, nadie ha querido profundizar en un tema que parece demasiado importante. Y tiene que ver con la respuesta del pueblo turco y del mundo político de aquella nación en caso de no conseguir su objetivo de ser estado miembro de la Unión Europea.

Lo primero, aunque parezca débil o de poca trascendencia, es analizar un hipotético sentimiento anti-europeo. Aquello podría aflorar en caso de no ser aceptados por parte de las naciones europeas. Recordemos que Turquía es un país ubicado entre Europa y Medio Oriente, es decir, es el puente entre la sociedad «occidental-cristiana» y el mundo «árabe-musulmán». Durante años, Turquía ha querido acercarse a Europa y, de hecho, las reformas de Atatürk y otras políticas posteriores lo han demostrado. Sin embargo, ésto le ha significado alejarse de los países árabo-musulmanes.

Claro, los turcos son, en su mayoría, una población de tipo altaico y provienen del Asia Central y, por eso, no extraña que tengan una mayor cercanía con la población de países como Turkmenistán y otros estados de la disuelta Unión Soviética en desmedro de los estados árabes. Sin embargo, el Islam se ha transformado en un motivo de unión y comunión entre países de diversas razas y culturas. Entonces, si Turquía se da cuenta que Europa no lo acepta, ¿acaso no intentaría volcarse hacia el otro bando o, mejor dicho, su otro vecindario?

Turquía, por su posición geopolítica, es un estado demasiado valioso desde un punto de vista estratégico. Por algo Estados Unidos presiona para que Europa lo acepte en la UE y por algo Turquía es parte de la OTAN. ¿Qué ocurriría en caso que Turquía se «arabice» o «islamice» y cierre las puertas a Occidente? Aquello sería un gran problema para Europa y Estados Unidos. Ya no podrían tener una plataforma en Asia Menor, se les cortaría una histórica vía de paso de gran trascendencia y, finalmente, perderían a un aliado en Medio Oriente.

Y desde el punto de vista árabo-musulmán, ¿acaso a ellos no les convendría recibir a un nuevo «socio», de unos 70 millones de musulmanes, descontentos con Europa? En el mundo árabe y musulmán la política está muy activa y si en la última cumbre de la Liga Árabe se aceptó a Irán como un «amigo», ¿acaso no podría ocurrir lo mismo con Turquía, en un mediano plazo?

Siguiendo con esta misma línea de análisis, ¿se puede hablar de un peligro terrorista? Es difícil asegurar una respuesta, pero por el momento aquello se acerca más a la ficción que a la realidad. De hecho, un supuesto sentimiento anti-europeo ya es parte de la especulación y la fantasía. Para que ocurriese aquello (terrorismo turco anti-europeo), entonces tendrían que pasar muchos años en los cuales las relaciones entre Europa y Turquía empeoraran en demasía. Pero, si los europeos saben manejar el asunto y si, independientemente del status que tenga Turquía respecto a la UE, logran establecer un buen flujo de relaciones, hablar de otro tipo de riesgos parece poco atinado e incluso absurdo. Al menos por el momento.

En conclusión, la cuestión turca no sólo afecta a la Unión Europea, sino que también a los países europeos. Y Francia bien sabe aquello, ya que es un estado que lleva años intentando equilibrar las fuerzas de la inmigración extranjera con la población francesa que busca mejorar su calidad de vida. Es por esto que a la hora de actuar, respecto a política exterior o a directrices internas, pero que puedan reflejarse con grupos de inmigrantes, es importante que se tomen las decisiones correctas. Ya no queda margen de error. En el mundo actual las equivocaciones se pagan caro. Es cosa de abrir los ojos y percibir la realidad tal cual es.

Francia tiene la gran responsabilidad de arreglar sus problemas internos -cesantía, economía en recesión e inmigración ilegal, entre otros-, pero también debe velar por el correcto funcionamiento de su política exterior y, por supuesto, no debe descuidar su histórico peso dentro de la Unión Europea, el cual ya ha sido cuestionado por algunos sectores.

Por eso es que Nicolas Sarkozy debe ser más cauteloso y no ser tan tajante a la hora de hablar de inmigrantes y turcos. Apuntar a los africanos o árabes y catalogarlos como «escoria» no ayuda al equilibrio y sólo enciende aún más los agitados ánimos. Negar de plano la posibilidad de incluir a Turquía como un estado europeo, tampoco es algo positivo. No hay que olvidar que una parte del territorio turco está en Europa, que Chipre está al frente de Turquía y bien podría ser un argumento a la hora de poner en duda el carácter europeo de los chipriotas y que Malta -miembro de la UE- posee una superficie territorial más pequeña que la Turquía continental europea.

Entonces, a tener cautela y a no olvidar que todos los países tienen vecinos, áreas de influencia y, quizás lo más importante, sus decisiones pueden afectar el devenir de las relaciones internacionales.

 

Raimundo Gregoire Delaunoy
raimundo.gregoire@periodismointernacional.cl
@Ratopado

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